miércoles, 29 de noviembre de 2017

NÁUSEA

De Wall Street nos ha llegado el vaho
de un titán egoísta, oscura ráfaga,
efluvio de pantano... Y es la náusea
efecto de este aliento putrefacto.

Subiendo del abdomen a la boca,
sabor amargo por amargas mieles,
el fruto del mareo. Y una especie
de acíbar infinito que se agolpa.

No sabes cuánto más de este mareo.
Cómo acaba, eso sí te queda claro.
Más soportas la angustia del momento

sufriendo estoicamente este mal trago
por llenar Wall Street desde el subsuelo
de un vómito creciente y solidario.

Antonio Capilla Loma, 28-11-2017

martes, 28 de noviembre de 2017

LÁGRIMAS DE UN ÁNGEL ROTO

Un poema de mi último libro PIEDRA DE LA HONDA editado por VITRUVIO:

LÁGRIMAS DE UN ÁNGEL ROTO

Lágrimas de un ángel roto
desierto en el desamparo
la niña perlas amargas.

Oculto a la luz del mundo
en la alfombra del dolor
llanto de un ángel sin alas.

Flor de gozo en carne virgen
desnudo abdomen puñal
morena espiga sin mácula.

E impermeable a la angustia
e insensible a los lamentos
filo de acero en las zarpas.

Gime el nardo por su flor
alondra herida, mujer,
moreno temblor de escarcha.

Y es el rubí del martirio
clavo en el lirio del pubis
tu feminidad mancada.

sábado, 18 de noviembre de 2017

YO SOY DUEÑO DEL SILENCIO

Hoy se cumplen tres años de este "post" publicado en LA VOZ QUE NADIE APAGA. El poema se escribió hace ya alrededor de 34 años y forma parte del primero de mis libros, Y EL CORAZÓN AL VIENTO, editado  en  1991:
 
Hoy, leyendo el poemario que me ha enviado un poeta, amigo mío, han martilleado en mi memoria algunos poemas publicados por mí hace ya más de veintiún años. El protagonista es THANATOS que, naturalmente, es el símbolo de una amarga realidad que el vate quiere combatir con su palabra. Este es el primero de ellos:

YO SOY DUEÑO DEL SILENCIO

Levantose un día Thanatos y así habló:

Soy la paz.
Yo soy dueño del silencio
y en la noche sin estrellas
soy la arena infecunda del desierto.
Soy la alondra que impasible en la vitrina
por la mano del hombre disecada
os contempla
y soy flor que arrancada de la rama
se marchita.
Soy el Todo y soy la Nada
y soy Dios.
Pues en todo permanezco,
yo soy Dios.

Y hubo muchos que dijeron conTahanatos:

Él es Dios, él es Dios.

Fulgió entonces el sol afilado del acero
y la sangre subió como una llama volcánica
ante la gélida indiferencia de Ceres.

Y cubriose la Tierra de cadáveres
y las bestias se espantaron
ante la crueldad de esos hombres.

Y habitaron las mansiones del placer
y rociaron sus cuerpos
con esencias de violetas y de nardos.

Y llenaron sus abdómenes
de licores y majares refinados.

Y erigieron grandes templos
con misílicos pilares levantados.

Y afirmaron con cinismo:

Somos nobles
pues servimos a Thanatos.

Creció y creció
el clamor quejumbroso de la plebe.
Y asesinaron, torturaron...

Y otra vez inquilinos del placer
y del lujo a los balcones asomados
contemplaron la gran marea de sangre
que subía del asfalto.

Oh, Thanatos,
¿qué nos queda por hacer?
- preguntaron -

Quiero el templo de la Tierra,
de la Tierra quiero el templo consagrado.

Rociaron entonces sus cabezas
con el polvo de cuerpos calcinados,
y entre gritos esperpénticos
y entre danzas de abyectos desalmados
arrojaron de los templos...
SUS MISÍLICOS REGALOS

Antonio Capilla, Y EL CORAZÓN AL VIENTO, Madrid, 1991