viernes, 17 de enero de 2014

BEBIENDO EL INFINITO DEL VINO DEL AMOR


BEBIENDO EL INFINITO DEL VINO DEL AMOR



Florecen mis palabras, mujer, en primavera
Y buscan sus latidos la inspiración del cielo;
Por ti sus letras quieren ser tuyas las primeras
En ofrecer las flores que adornarán tu pecho.

Los frutos de mi ingenio como un vergel entregan
Esencias de fragancia para cubrir tu cuerpo;
Mujer, yo a ti me ofrezco como el rocío a la hiedra
Y vierto mis semillas al limo de tu seno.

Fundidos nuestros cuerpos en soles de pasión
Gozamos de una estrella el fuego y su latir
Bebiendo el infinito del vino del amor.

Con nuestro amor los odres se colmarán así
Y el vino de la dicha será para los dos
Como el edén ignoto y hallado en tu jardín.


En EL FUEGO EN LA PALABRA, Huerga y Fierro Ediciones, Madrid, 2012

1 comentario:

  1. Belo este poema...Pásion, fuego...cuerpos inflamados...el amor!Me encantó

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